Una comisión reclama mejoras fiscales para las empresas.
La figura del 'niño de la llave', que llega por la tarde a casa y pasa muchas horas solo, preocupa a los expertos La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles pide a las administraciones que premien con beneficios fiscales a aquellas empresas que adopten medidas para favorecer la conciliación entre la vida laboral y familiar. Su presidente, Ignacio Buqueras, adelantó ayer en la Cambra de Comerç de Tarragona, en unas jornadas sobre la gestión del tiempo, que ésta será una de las reivindicaciones del II congreso nacional sobre la racionalización de los horarios, el próximo 6 y 7 de noviembre. En la actualidad, tan sólo un 38% de las empresas españolas adopta alguna medida a favor de la conciliación; muchas de estas medidas son además de dudosa efectividad.
La figura del 'niño de la llave', que llega por la tarde a casa y pasa muchas horas solo, preocupa a los expertos La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles pide a las administraciones que premien con beneficios fiscales a aquellas empresas que adopten medidas para favorecer la conciliación entre la vida laboral y familiar. Su presidente, Ignacio Buqueras, adelantó ayer en la Cambra de Comerç de Tarragona, en unas jornadas sobre la gestión del tiempo, que ésta será una de las reivindicaciones del II congreso nacional sobre la racionalización de los horarios, el próximo 6 y 7 de noviembre. En la actualidad, tan sólo un 38% de las empresas españolas adopta alguna medida a favor de la conciliación; muchas de estas medidas son además de dudosa efectividad.
Buqueras, empresario de profesión, aseguró que el80% de compañías españolas podría finalizar su horario hacia las cinco o las seis de la tarde, a pesar de que cada vez exista más diversidad de horarios. La imposibilidad de conciliar el trabajo con la vida familiar provoca fenómenos como "los niños de la llave", según alertó el presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles. Son niños y niñas, en ocasiones de sólo 7 u 8 años, que llegan a casa a las cinco de la tarde de la escuela y se quedan solos viendo la televisión. Una situación anómala que tiene a los "abuelos esclavos" como los "grandes penalizados".
La jornada de debate, que reunió en Tarragona a empresarios, Administración y otras entidades implicadas, puso sobre la mesa la relación entre la productividad y las jornadas laborales maratonianas, que en la práctica discriminan especialmente a la mujer trabajadora. Carme Freixa, concejal de Nuevos Usos del Tiempo de la ciudad de Barcelona, apostó por flexibilizar los horarios de las escuelas.
El presidente de la comisión nacional, organismo que promueve la equiparación de los horarios españoles con los de los demás países de la Unión Europea, criticó el exceso de reuniones que celebran las empresas. "Somos el país de Europa que más se dedica a hacer reuniones, muchas son auténticas pérdidas de tiempo y la gran mayoría nunca empieza a la hora", razonó. Buqueras destacó además la necesidad de incorporar esta racionalizad de horarios en la negociación de los convenios colectivos, aspecto que ahora es marginal.
La directora del Programa d´Unitats de Promoció i Desenvolupament del Departament de Treball, Amaya Alba, encargada de clausurar las jornadas, centró su conferencia en "el desequilibrio existente entre el tiempo personal, el laboral y el familiar". Para Alba, la incorporación de la mujer en el mundo laboral ha puesto de manifiesto que el sistema temporal actual es "insostenible". De media, en España se trabajan dos horas más cada día que en el resto de la UE. "Este aumento de horario no implica una mayor productividad, sino que incrementa el estrés, la insatisfacción y reduce la creatividad", argumentó. Por el contrario, si se racionalizan los horarios, sube la productividad, el rendimiento y baja el absentismo laboral.
Con todo, la desigualdad entre el tiempo que se dedica al trabajo y a la familia tiene a la mujer como principal perjudicada. "La mujer, si quiere escalar en la carrera laboral, se ve obligada a elegir entre la familia o el trabajo", alertó Ignacio Buqueras. Este empresario, pionero en la defensa de la conciliación, no dudó al asegurar que ante esta situación de clara discriminación "la mujer tiene que decir basta".
Para Buqueras, falta mucho trabajo por hacer en un país que en lo que se refiere a los horarios laborales está en una situación "tercermundista". La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles no entiende por qué la Administración del Gobierno central promueve el Plan Concilia entre los funcionarios pero en cambio los altos cargos lo incumplen de forma general. "No hay ministros de ningún país europeo que acaben su jornada entre las nueve y las diez de la noche", remachó su presidente. Freixa criticó, en este sentido, la decisión adoptada por la Administración del Estado de preconizar el inicio de la jornada laboral a las ocho de la mañana como una de las soluciones a favor de la conciliación entre trabajo y vida familiar. La concejal de Nuevos Usos del Tiempo de Barcelona apuesta por la discriminación positiva a favor del hombre en lo que se refiere a la paridad del tiempo dedicado a la familia. "De este modo se daría valor social - dijo- a tareas tradicionalmente delegadas a la mujer, como hacer la compra o cuidar de los familiares enfermos".
La jornada de debate, que reunió en Tarragona a empresarios, Administración y otras entidades implicadas, puso sobre la mesa la relación entre la productividad y las jornadas laborales maratonianas, que en la práctica discriminan especialmente a la mujer trabajadora. Carme Freixa, concejal de Nuevos Usos del Tiempo de la ciudad de Barcelona, apostó por flexibilizar los horarios de las escuelas.
El presidente de la comisión nacional, organismo que promueve la equiparación de los horarios españoles con los de los demás países de la Unión Europea, criticó el exceso de reuniones que celebran las empresas. "Somos el país de Europa que más se dedica a hacer reuniones, muchas son auténticas pérdidas de tiempo y la gran mayoría nunca empieza a la hora", razonó. Buqueras destacó además la necesidad de incorporar esta racionalizad de horarios en la negociación de los convenios colectivos, aspecto que ahora es marginal.
La directora del Programa d´Unitats de Promoció i Desenvolupament del Departament de Treball, Amaya Alba, encargada de clausurar las jornadas, centró su conferencia en "el desequilibrio existente entre el tiempo personal, el laboral y el familiar". Para Alba, la incorporación de la mujer en el mundo laboral ha puesto de manifiesto que el sistema temporal actual es "insostenible". De media, en España se trabajan dos horas más cada día que en el resto de la UE. "Este aumento de horario no implica una mayor productividad, sino que incrementa el estrés, la insatisfacción y reduce la creatividad", argumentó. Por el contrario, si se racionalizan los horarios, sube la productividad, el rendimiento y baja el absentismo laboral.
Con todo, la desigualdad entre el tiempo que se dedica al trabajo y a la familia tiene a la mujer como principal perjudicada. "La mujer, si quiere escalar en la carrera laboral, se ve obligada a elegir entre la familia o el trabajo", alertó Ignacio Buqueras. Este empresario, pionero en la defensa de la conciliación, no dudó al asegurar que ante esta situación de clara discriminación "la mujer tiene que decir basta".
Para Buqueras, falta mucho trabajo por hacer en un país que en lo que se refiere a los horarios laborales está en una situación "tercermundista". La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles no entiende por qué la Administración del Gobierno central promueve el Plan Concilia entre los funcionarios pero en cambio los altos cargos lo incumplen de forma general. "No hay ministros de ningún país europeo que acaben su jornada entre las nueve y las diez de la noche", remachó su presidente. Freixa criticó, en este sentido, la decisión adoptada por la Administración del Estado de preconizar el inicio de la jornada laboral a las ocho de la mañana como una de las soluciones a favor de la conciliación entre trabajo y vida familiar. La concejal de Nuevos Usos del Tiempo de Barcelona apuesta por la discriminación positiva a favor del hombre en lo que se refiere a la paridad del tiempo dedicado a la familia. "De este modo se daría valor social - dijo- a tareas tradicionalmente delegadas a la mujer, como hacer la compra o cuidar de los familiares enfermos".
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