Los bebés detectan cuándo los adultos cambian de lengua fijándose en los movimientos de la cara
- LA VANGUARDIA, 25 MAIG 2007 - BARCELONA. Redacción
- LA VANGUARDIA, 25 MAIG 2007 - BARCELONA. Redacción
Los bebés aprenden las lenguas de las personas de su entorno no sólo escuchando las palabras que les dicen sino también fijándose en los movimientos de la cara al pronunciar las letras, según una investigación en la que ha participado el Parc Científic de Barcelona (PCB) que se presenta hoy en la revista Science.
La investigación muestra que los bebés de entre cuatro y seis meses son receptivos a más de una lengua. Pero esta permeabilidad se pierde en niños monolingües a medida que crecen: a los ocho meses, los bebés criados en casas donde se habla una sola lengua dejan de prestar atención a las caras de quienes les hablan idiomas distintos; los bebés criados en familias bilingües, por el contrario, siguen fijándose por igual a esa misma edad en las dos lenguas que se hablan en su casa.
Estos resultados "no significan que sea mejor para un bebé crecer en un entorno bilingüe, y tampoco que sea mejor crecer en un entorno monolingüe, simplemente es distinto", advierte Núria Sebastián, directora del equipo del PCB que ha realizado la investigación en colaboración con las universidades de British Columbia y McGill en Canadá.
Estudios anteriores habían demostrado que los bebés son capaces de distinguir idiomas diferentes por sus sonidos. Pero éste es el primero que demuestra que pueden distinguir los idiomas sólo con información visual observando las caras de las personas que hablan. El trabajo confirma además que meses antes de pronunciar sus primeras palabras, el cerebro del bebé realiza ya una gran actividad de procesamiento lingüístico.
La investigación se ha basado en analizar las reacciones de bebés de Canadá que, sentados en el regazo de uno de sus padres, miraban pantallas en las que una persona hablaba en francés o en inglés, pero sin sonido. Al igual que en estudios anteriores, el interés de los bebés se ha valorado por el tiempo que miraban a la pantalla antes de distraerse.
Aunque las diferencias entre catalán y castellano son menores que entre francés e inglés, "creemos que los resultados se pueden extrapolar a Catalunya", afirma Jordi Navarra, miembro del equipo del PCB que investiga actualmente en la Universidad de Oxford. Navarra recuerda que un estudio realizado en Catalunya ha mostrado que los adultos pueden discriminar visualmente el catalán del castellano.
Estos dos estudios, el de adultos de Catalunya y el de bebés de Canadá, son los primeros que analizan la percepción del lenguaje oral a partir de estímulos visuales. "Iniciamos esta investigación porque me intrigó que, cuando oía a John Wayne hablando en catalán, me parecía natural, pero cuando vi Gent del barri doblado al castellano me pareció horroroso, y no es que estuviera mal doblado", explica Sebastián. "Pensé que debía haber alguna información visual que me hacía percibir como antinatural Gent del barri en castellano. Lo hablé con Janet Werker (de la Universidad de British Columbia) y decidimos estudiarlo".
La duda
¿Cuántos idiomas hablar en casa?
Distintos estudios han mostrado que las personas bilingües son después algo más rápidas que las monolingües en situaciones en que el cerebro debe adaptarse a cambios súbitos de reglas - por ejemplo, en ejercicios donde se les pide que clasifiquen figuras primero por la forma y después por el color-. Las personas monolingües, por el contrario, suelen ser más rápidas a la hora de procesar palabras. Ningún estudio ha aclarado por ahora si los niños bilingües tienen más facilidad para aprender después otros idiomas que los monolingües. La investigadora Núria Sebastián, del Parc Científic de Barcelona (PCB), aconseja "que cada familia hable a sus hijos en lo que les parezca mejor", ya que "no afectará de manera importante al desarrollo de los niños".
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